¡Buenos días!
Hoy os voy a hablar de la
excursión que hice ayer con dos amigas, asistentes de inglés y alemán en el mismo
instituto que yo. Todo fue muy espontáneo, el lunes por la noche decidimos que
al día siguiente cogeríamos el coche e iríamos a un pueblecito llamado
Roussillon, en el departamento de Vaucluse, en la Costa Azul (Francia).
Rousillon es un pueblo bastante
pequeño, de unos 1300 habitantes. Pero es conocido por albergar el “Sentier des
Ocres” (Sendero de los Ocres), un sendero rocoso próximo al pueblo en el que tanto
el camino como las rocas y montañas son de un color rojizo/marrón/amarillo,
aunque se pueden encontrar zonas más verdosas, e incluso de otros colores. Hay
hasta 17 matices de ocre. Es muy muy curioso. A mí me recuerda al Gran Cañón.
¿A vosotros no?
Se pueden hacer dos tipos de
recorridos: el amarillo (más cortito) y el rojo (el doble de largo). Yo os
recomiendo que hagáis el rojo, porque aunque en la guía pone que se tarda una
hora, nosotras lo hicimos en menos tiempo, parando para hacer fotos y todo. Y
así podréis ver todo el recorrido. Aunque es mejor llevar calzado deportivo, no
es que sea una excursión a la montaña, no hay que ir tan equipado.
Con el buen día que nos hizo,
decidimos aprovecharlo e ir a visitar otro pueblecito cercano. Esta zona es muy
bonita, llena de pueblecitos pequeños con encanto, carreteras estrechas, campos
de lavanda… Así pues, nos dirigimos hacia un pueblo llamado Lacoste, que nos
habían recomendado.
Es un pueblo bastante más pequeño
que Roussillon, pero también con cierto encanto. Todas las calles y casas son
de piedra, estando allí te da la sensación de no haber avanzado en el tiempo.
En la parte más alta hay un castillo, pero cuando fuimos estaba cerrado. Aun
así, ¡desde allí había unas vistas geniales!
¡Mirad a quién nos encontramos! Jajaja
¡Pasamos un día de 10! Nos
encantó todo lo que vimos y tuvimos suerte porque el tiempo fue genial. Descubrimos
una zona de la Provenza que no conocíamos. Supongo que al no estar tan cerca de
la costa, esta zona pasa más desapercibida. Si alguna vez hacéis un viajecito
por la Costa Azul, aunque tengáis que alejaros un poquito de la zona costera, ¡os
recomiendo que visitéis esta zona y, sobre todo, estos dos pueblos!
¡Un besito!
Irene
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